lunes, 27 de octubre de 2014

PERDER UNA HORA

PERDER UNA HORA
Hace más de nueve años, antes de desarrollar el concepto de la suficiencia aplicado a los excesos y a las faltas, y dedicarme a mi actual tarea de coach de vida que es ayudar a las personas a que se "den cuenta" como vivir saludablemente en todas las áreas de su vida, mi actividad empresarial diaria durante treinta y seis años, fue la de la administración de establecimientos geriátricos y me especialicé en el soporte humano y psicológico de los residentes y sus grupos familiares.

En ese carácter, donde adquirí la mayor experiencia sobre la vida y que ahora aplico en la escuela de vida saludable que dirijo, durante 36 años acompañé personalmente a vivir sus últimos momentos de vida, a más de dos mil ancianos que habían vivido muchos años en los lugares que yo administraba.

Esto que te voy a relatar no lo leí en ningún lado, no me lo contaron, ni es producto de mi imaginación. Esto que te voy a relatar yo lo viví personalmente miles de veces, es una experiencia viviencial propia que te la cuento para que puedas reflexionar:

El común pedido - cada uno con sus propias palabras - de la mayoría de las personas que llegaban lúcidas a sus últimos momentos de su vida era: "Dios, doy todo lo que tengo, pero por favor dame una hora más de vida para estar con mis hijos, mi familia, mis amigos y mis seres queridos".

En base a esta experiencia te preparé unas preguntas para reflexionar:

1-¿Paso el suficiente tiempo con mis hijos cuando estos lo necesitan, prestándoles la debida atención a sus necesidades afectivas no materiales?

2-¿Le doy a mi familia directa una hora de mi tiempo, para conversar sobre los temas del día y no solamente ver televisión juntos?

3-¿Visito a mis padres, hermanos, otros familiares o amigos, con la frecuencia de tiempo que se requiere, para mantener vigentes los vínculos afectivos?

4-¿Pierdo mucho tiempo diario trabajando en exceso cuando no es necesario, viendo televisión, con la computadora, paseando o no ocupándome de mí?

5- ¿Cuido a mi cuerpo cómo este se merece? ¿Lo saco a caminar todos los días? ¿Lo mantengo delgado y saludable?

6- ¿Estoy contento con la vida que estoy llevando?

Habría muchas preguntas más, pero con estas seis considero que son suficientes para que comiences a reflexionar sobre el valor de una hora de tu día.

Tres frases para reflexionar:

"Dios te regala 24 horas del día cada día de tu vida para que las vivas en tú vida. ¡No mates el tiempo! No te transformes en un/a asesino/a del regalo de Dios". Richard Frenkel

"No puedo tener agujereados los bolsillos de mi vida e ir perdiendo el tiempo, sin darme cuenta que Dios me lo regala todos los días, para vivirlos de la mejor manera posible". Richard Frenkel

"Tú tienes el valor del ahora y el valor de la hora, ¡Utilízalo ya! No esperes a dar todo lo que tengas por vivir una hora más". Richard Frenkel

Richard Frenkel - Coach de vida
Fundador y Director
Escuela de Vida Saludable
Ciudad de la Paz 1234 3º B  CABA.   15-6001-8898

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