EL NO, NO SE EXPLICA

EL NO, NO SE EXPLICA

 

Frase para reflexionar:

 

¨Tú no eres propiedad de nadie ni le debes ningún tipo de explicación a ninguna persona, sobre las decisiones que tomas en tu vida para vivir mejor. El NO que tú decides, no lo debes explicar. El NO, que has decidido lo debes aplicar en el preciso instante que lo has dicho. El NO, lo decides, lo ejerces y lo ejecutas sin miedos y con firmeza. Cada vez que le dices NO a algún exceso, le abres la puerta a muchos otros SI, entre ellos el SI principal: ¡SI a vivir tú propia vida en delgadez saludable a largo plazo con paz, calma, alivio y alegría, lejos de los excesos, las faltas y las adicciones! ¨Richard Frenkel

Te puedo enseñar, te puedo entrenar y te acompañaré día a día a través de un programa de coaching educativo integral de vida saludable de 16 semanas, hasta que te des cuenta de cómo resolver todas las situaciones, alejarte de todas las personas que te impiden vivir tu propia vida en libertad y comenzar a decir todos los NO que te darán tu libertad completa, para vivir tu propia vida como tú la quieras vivir.

 

EL POEMA DEL NO

Autor: Hugo Finkelstein

 

No.
No es no, y hay una sola manera de decirlo.
No.
Sin admiración, ni interrogantes, ni puntos suspensivos.
No, se dice de una sola manera.
Es corto, rápido, monocorde, sobrio y escueto.
No.
Se dice una sola vez, No.
Con la misma entonación, No.
Como un disco rayado, No.
Un No que necesita de una larga caminata o una reflexión en el jardín no es No.
Un No que necesita de explicaciones y justificaciones, no es No.
No, tiene la brevedad de un segundo. 




Es un No, para el otro porque ya lo fue para uno mismo.
No es No, aquí y muy lejos de aquí.
No, no me deja puertas abiertas ni entrampa con esperanzas, ni puede dejar de ser No, aunque el otro y el mundo se pongan patas arriba.
No, es el último acto de dignidad.
No, es el fin de un libro, sin más capítulos ni segundas partes.
No, no se dice por carta, ni se dice con silencios, ni en voz baja, ni gritando, ni con la cabeza gacha, ni mirando hacia otro lado, ni con símbolos devueltos; ni con pena y menos aún con satisfacción.
No es No, porque no.
Cuando el No es No, se mirará a los ojos y el No se descolgará naturalmente de los labios.
La voz del No, no es trémula, ni vacilante, ni agresiva y no deja duda alguna.
Ese No, no es una negación del pasado, es una corrección del futuro.
Y sólo quien sabe decir No puede decir Sí.

 

 

 

Richard Frenkel - Life Coach - Escuela Internacional de Vida Saludable

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