CARTA ABIERTA A UNA MUJER
Para una mujer única
Qué puedes ser tú misma
Me dirijo a ti mujer.
Te escribo a ti,
que eres lo más puro
de la esencia femenina.
Amo tú belleza pura de mujer.
Te amo solamente por lo
que eres como ser humano.
Te amo porque haces a mi existencia.
Te amo por lo que me haces sentir
y no por lo que veo externamente.
Eres parte de los seres vivientes
más bellos que existen sobre la tierra
desde su creación.
Cada mujer - y
lo puedes ver
cada vez que te miras
frente a un espejo –
tiene una belleza individual propia
con rasgos únicos e irreproducibles.
No existe una sola mujer que no sea
hermosa, bonita y portadora
de una belleza casi rayana con
la exquisitez de la existencia.
Quiérete cómo nunca te has querido
porque tú eres el ser
más hermoso que existe
¡Eres única!
¡Eres la perfección en forma de mujer!
¡Sí créelo, eres un ser único!
La belleza en una mujer no está dada
solo por la
belleza física externa.
La belleza de una mujer es etérea,
no es palpable, no se ve con los ojos,
solo se siente con el corazón
y está dada por la esencia
y la belleza pura de su alma,
esa belleza que hace vibrar
y flotar a quien la percibe
y está siempre presente,
aún ante su ausencia física.
Si cada ser humano está hecho
a imagen y semejanza de Dios,
una mujer nunca puede dejar de ser
aunque sea por un momento
el ser humano más bello
que pueda existir
por dentro y por fuera.
La belleza de una mujer
nunca puede mensurarse,
estar dada o aceptarse
por un simple comentario banal,
por una subjetividad maliciosa
e intencionada o por la opinión
interesada de ninguna otra persona.
La persona que a sabiendas
no quiera ver en ti la simple,
hermosa y bella riqueza de tú ser,
no vivirá.
Solo pasará por esta vida existiéndola
y conviviendo con la pobreza de una ceguera
producida por sus propias inseguridades,
que nunca la dejará conocer
la verdadera y única belleza que existe:
la belleza de un igual representada en ti.
Te saludo y brindo
por tú completa belleza mujer
que hoy estás leyendo estás letras,
porque en ti se ejerce
y eres la representación
de las más hermosas y bellas
mujeres que habitan este mundo.
Richard
Frenkel
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