UN BESO
Estás parada frente a mí
tal como ansiosamente,
lo estuve esperando.
Siento que ha llegado
el momento.
Me acerco a ti despacio.
Percibo que tú lo deseas.
Humedezco mis labios
y cierro los ojos
mientras que rodeo a tu
cuerpo con mis brazos
uno por arriba de tu hombro
apretándote la espalda.
El otro rodeándote la cintura,
para acercar
lo máximo posible
tu cuerpo al mío
hasta que siento que
están fundidos como
si fueran uno solo.
Todo esto a la vez,
casi en un solo
movimiento instantáneo.
Apoyo mis labios suavemente
sobre los tuyos.
Me estremezco y siento
que tú también.
Mi mano en tu espalda
palpa el movimiento
de tus músculos que
de tus músculos que
se tensan por la emoción.
Siento profundamente
el roce de la piel de tus labios
frente a los míos,
que me hacen entrar
en una flotación
hermosa de todo mi ser.
siento que mi corazón vibra
en la misma frecuencia
que la tuya.
Siento que a ti te pasa lo mismo.
La conexión profunda
entre nosotros aumenta
cada vez más.
Nos elevamos juntos
En un vuelo mágico.
El tiempo no existe.
Descendemos muy lentamente
Hasta que nuestras bocas
comienzan a separarse.
Termina el beso,
se cruzan las miradas,
la realidad vuelve a rodearnos,
se aflojan las tensiones,
comienza el diálogo,
ya somos,
La vida comienza a brillar
intensamente,
todo es posible…
Richard Frenkel
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