LA
SOLEDAD DE LA COMPETENCIA vs. LA SINERGIA DEL DAR
Por si todavía no lo sabes, tú eres un ser humano y una persona única y
eres la única persona dueña de tú propia vida. Por si todavía no lo sabes, tú
eres una persona que ha nacido libre para pensar y reflexionar por sí misma
para vivir tú vida de la mejor manera posible en todas las áreas de tú vida. Si
créelo porque es así. Por si todavía no lo sabes, ¡tú eres el único dueño de tú
propia vida y eres libre para pensar y vivir como tú quieras! Por si todavía no
lo sabes te digo que ninguna persona tiene ningún derecho de propiedad sobre
ti, ni puede decirte o condicionarte sobre qué y cómo debes pensar o sobre qué
y cómo debes vivir.
Créelo porque esta es la realidad real que probablemente hasta ahora nadie
te la haya mostrado: No hay ningún poder, ley, conjuro mágico, hechizo, decreto
divino, razón, mandato familiar, cultural, social, religioso ni ninguna otra
cosa extraña que te pueda impedir vivir tú propia vida al 100% de tus
posibilidades tal cual tú sueñes, visualices, crees, decidas, idees, pienses,
sientas, desees, proyectes y programes por adelantado. Si no lo has hecho hasta
ahora, si todavía nos has vivido de esta forma es porque probablemente
tienes condicionada tú mente, por una manera de pensar que justamente te condiciona
a pensar que puedes no puedes pensar por ti mismo.
Por si no lo sabes, por si nunca te lo han enseñado, te digo que no hay una
sola y absoluta manera de pensar. Hay tantas maneras de pensar como personas
hay en el mundo. Cada persona tiene el derecho a pensar por sí misma. Lo mismo
pasa con la verdad. No hay una sola verdad, sino que hay tantas verdades
también como personas hay en el mundo. Si no interfieres en la vida ni en los
derechos de las demás personas con la cuales convives o tienes contactos, tú
tienes el derecho de vivir de acuerdo a lo que tú consideres que son tus
propias verdades.
Tú tienes el derecho de vivir a pleno todos los días que consideres que los
has vivido con momentos de alegría. Tú tienes el derecho de vivir a pleno todas
las semanas que consideres que las has vivido con momentos y días de alegría. Tú
tienes el derecho de vivir a pleno todos los meses que consideres que los has
vivido con momentos, días y semanas de alegría y tú tienes el derecho de vivir a
pleno todos los años que consideres que los has vivido con momentos, días,
semanas y meses de alegría. Al final de tú vida podrás darte cuenta mirando
para atrás, si de acuerdo a la suma de todos esos días, semanas, meses y años
vividos con alegría, has vivido una vida que la puedes considerar vivida con
felicidad.
De acuerdo a mi propia manera de pensar la felicidad, digo que la felicidad
es solo una palabra, una simple palabra que no tiene un significado sentimental
o vivencial sola y por sí misma. Una palabra es solo eso, una simple palabra:
la palabra felicidad. La palabra felicidad se transforma en un sentimiento,
toma su forma, cobra vida y pasa a ser una sensación vivencial, cuándo se le
suman y se incluyen en ella todos los momentos de alegría que la componen. La
verdadera felicidad, la felicidad sentida y vivenciada, la defino como que
es "la suma de los pequeños o grandes momentos de alegría que se
van acumulando a través de cierto tiempo de vida vivido". Si pasas
muchos momentos de alegría durante el día, podrás considerar al final de ese
día que has pasado un día mayormente feliz.
Si sientes en estos momentos que estás viviendo con una sensación de
soledad profunda aunque vivas rodeado de personas, tú puedes dejar de vivir
sintiéndote de esa manera porque - aunque tú no te des cuenta - esta sensación
solo es creada únicamente por ti. Si tienes alguna idea errónea y tomas la vida
creyendo que es una competencia donde solamente se puede vivir momentos de
alegría cada vez que compites y ganas, realmente no sabes lo que es la vida ni cómo
se vive. Probablemente esto te pase porque nunca te enseñaron otra forma de
vivir basada en tus propios pensamientos y decisiones correctos.
La vida no es ni debería ser vivida como una competencia. Si este fuera tú
caso, deja de tomar a tú vida como si fuera una competencia donde el competir
es tú forma de vida en busca de éxitos efímeros, que solo te den una felicidad
ficticia para destacarte cada tanto, inflar tú ego artificialmente y producirte
alegrías momentáneas. Vivir de esa manera solo te hará tener pequeños momentos
de alegría producidos por esas "victorias competitivas
esporádicas", para luego volver a recaer en esos estados de soledad
profunda.
Frase para reflexionar:
"¡Hay CADA TONTO que elige el CADA TANTO!" Richard Frenkel
Prueba dejar de ser una persona ególatra tonta que elije
elige vivir cada tanto, pequeños momentos de alegría .Te
sugiero que te unas al grupo de las personas con las cuales sientas afinidad y
permítete sentir el placer de formar parte de un grupo con intereses comunes.
Solo debes cambiar la idea de la "competencia" por la
idea del "dar para sinergiar". La palabra sinergia indica
que "el todo es más que la suma de las partes". Al dar y
sinergiar tú tiempo disponible, tu amor, tus conocimientos y acciones positivas
debidas a tus cualidades de ser humano con otros seres humanos, lograrás con tú
aporte a través de esa sinergia que todos los participantes puedan vivir mejor y
estarás sintiéndote parte componente de un grupo de personas que se juntan para
vivir mejor y mejorar esta sociedad. De esa manera, al colaborar con lo que tú
puedas, irás sintiendo muy adentro de ti como va a ir desapareciendo esa
soledad profunda que tenías anteriormente y que era producida por la idea
errónea que en esta sociedad se debe solamente competir para destacarse en
busca de momentos de alegría.
Richard Frenkel – Coach de Vida
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