MENSAJE DE
FIN DE AÑO
Este es un mensaje de optimismo buenas
ondas y suficiencia para ti, amigo o amiga que día
a día sigues mis reflexiones.
Muchas gracias por acompañarme a lo
largo del año. Si yo no te visualizara, imaginara, percibiera y sintiera que tú
estás allí, leyendo lo que escribo para ayudar a ponerte frente a los excesos,
adicciones, faltas momentáneas o carencias profundas que te puedan estar
haciendo daño, mis reflexiones no tendrían sentido de seguir siendo expresadas.
Si bien lo que escribo lo hago para
sentirme bien yo, yo no seguiría siendo
yo - de la manera que ahora soy - si
no existieras tú.
Reflexionemos y preguntémonos, ¿qué es la vida sino un continuo dar a
otros lo que uno es, tiene o sabe?
¿Tendría sentido la vida si estamos
solos?
¿Para qué viviríamos?
¿Para que vivimos?
Hace más de ocho años decidí dar un
giro a mi vida y comencé a reflexionar profunda-mente (en la mente en forma
profunda), rompí con todas las estructuras mentales que la actual sociedad de
los excesos me condicionaba a ser como fui hasta esos momentos y a partir de
allí - por primera vez en la vida - me sentí libre de toda libertad para poder
vivir la vida que yo quería, la vida que yo quiero, ¡mi propia vida!, no la
vida que me imponían desde afuera a través de ideas erróneas que habían sido
puestas en mi mente, sin que yo me hubiera dado cuenta.
…y en un momento me “di cuenta” por
donde pasaba la solución a la mayoría de los problemas de la vida que no me
dejaban ser feliz.
Ese momento fue cuando me “di cuenta”
que la mayoría de los problemas que tenía en mi vida eran causados por los
excesos, en un principio y por las faltas producidos a posteriori al no
tenerlos.
Entonces escribí la siguiente frase:
“El dar se cuenta
y el darse cuenta también”.
Comencé a ejercitar el dar (en el sentido más amplio de la
palabra) y eso contó en mí, comencé
a darme (diferentes cosas a mi
también) y eso también contó en mí y ese darme hizo que me “diera
cuenta” de donde estaban las ideas erróneas que me afectaban, y darlas
vueltas.
En ese momento desarrollé y adopté para mí el concepto de la suficiencia aplicado a los
excesos, adicciones, faltas momentáneas o carencias profundas y decidí dedicar
mi vida a ayudar a otros a darse cuenta
de lo mismo.
A pocos días de este fin de año 2012,
te invito a reflexionar si vale la pena seguir penando al vivir una vida signada
por los excesos, que hacen que probablemente, no puedas vivir una vida completa
de felicidad plena por faltarte cosas en algunas áreas de la vida que realmente,
no son necesarias para vivir.
Te propongo que reflexiones e
intentes pasar por primera vez estos días que faltan hasta que termine el año,
lo más lejos posible de los excesos - en este caso – de comidas, bebidas azucaradas
y alcohólicas. Terminar el año de esa manera te asegura comenzar el año 2013 desde
otra perspectiva totalmente diferente a lo de todos los años anteriores.
En caso que lo requieras estoy
siempre dispuesto a ayudarte a que sin que des cuenta te vayas dando cuenta de
lo que ahora no te das cuenta.
Te deseo que junto a tus familiares,
amigos, vecinos, compañeros de trabajo y seres queridos puedas despedir el año
que termina con suficiencia, paz, alivio, sobriedad, sin excesos y rodeado de felicidad.
Richard Frenkel
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