viernes, 3 de marzo de 2017

VIVIR LA VIDA EMPASTILLADA CON LOS EXCESOS

EMPASTILLARSE CON LOS EXCESOS

Para reflexionar profunda - mente.

El ritmo frenético de ofrecimientos de cosas materiales y servicios que ofrece la sociedad actual produce, en la mayoría de las personas, un grado de estrés superlativo y una respuesta acorde para paliar las angustias producidas por ese ritmo.

Con el paso del tiempo a muchas de estas personas - entre las cuales puede encontrarse usted que está leyendo en este momento - al no poder llegar a cumplir con tener todas las cosas materiales con  que continuamente, segundo a segundo,  se encuentra bombardeada a través de las maquinarias publicitarias, se le producen desarreglos en los sistemas de pensamiento y razonamiento mentales, que ocasionan severos problemas de comportamiento y  eventualmente adicciones.

Vivimos en una sociedad de mercado que funciona con las reglas propias de este sistema, al cual adhiero fervientemente por mi forma de pensar. Si bien a través de la historia, queda demostrado que este es el único sistema que puede funcionar, para que la sociedad en su conjunto pueda tener un  crecimiento sostenido  y que a través de la sana competencia cada persona pueda ir sacando lo mejor de sí misma, para poder extraer al máximo sus potencialidades creativas, también creo que en cierta forma, se deberían modificar ciertos excesos que ponen en riesgo la salud física y mental de toda la sociedad.

Cada persona tiene una capacidad limitada de dinero en su bolsillo. Cada empresa que fabrique algún producto u ofrezca algún servicio intentará a través de sus estrategias publicitarias, lograr crear las condiciones en la mente de cada persona  para que, en el momento que  decida gastar su dinero, elija por los productos o servicios que ellas vendan.
Durante muchos años y hasta hace aproximadamente unos treinta a treinta y cinco años, la oferta publicitaria y los métodos de venta de las empresas se conducían por carriles a los que podríamos denominar “normales” de acuerdo a cada época.

Desde esa época y hasta la actualidad los métodos y técnicas de venta y la forma de hacer publicidad, han ido evolucionando paralelamente al desarrollo en los nuevos avances científicos y tecnológicos.

Si bien siempre se usaron las mismas técnicas, las actuales estrategias de las campañas publicitarias están basadas en los últimos descubrimientos sobre cómo trabaja la mente humana y los comportamientos de las personas frente a distintos estímulos visuales, sensoriales y emocionales.

El objetivo es lograr fijar en la mente la imagen del producto o servicio, para que en el momento que se tenga que tomar la decisión de compra aparezca dicha imagen y la persona opte por el producto en cuestión o vaya directamente hacia la compra del mismo desechando otras opciones.

Paralelamente se fueron agrandando de a poco, las medidas de las botellas, paquetes, cajas u otros métodos de envase de los productos manufacturados, bajo el concepto de tamaños familiares o porciones para compartir, que eran inusitados de pensar décadas atrás.

Estoy a favor y soy un defensor a ultranza de la sociedad de consumo, la sociedad que nos dio, nos da bienestar e hizo crecer a este mundo. Soy un enemigo acérrimo y estoy en contra de la sociedad de los excesos desmesurados, la sociedad que "te consume".

¿Y qué es lo que te consume esta sociedad desmedida, entre muchas otras cosas?

Te consume nada más y nada menos que tú salud física, por los daños que producen los excesos de comidas, bebidas azucaradas y/o alcohólicas en tú cuerpo y que tú cuerpo no los requiere para vivir.

Te consume tú salud mental, debido a las ansiedades, angustias, nerviosismo y estrés que se sienten por las faltas momentáneas o carencias profundas, producidas por lo que crees que deberías ser y no es o por lo que deberías tener y no tienes. 

Reflexiona. Con el concepto de la suficiencia, aplicado al sobrepeso leve, moderado u obesidad, excesos de todo tipo, sedentarismo de pensamiento, sedentarismo físico, todas las adicciones, formación de nuevos hábitos positivos, desalojo de hábitos negativos, formación de límites protectivos y límites limitativos, expectativas desmesuradas, faltas momentáneas, carencias profundas, soledad, ansiedades, angustias, ira, miedos, culpa, tristezas, mal humor, desgano, olvidos, impuntualidad, falta de optimismo, baja autoestima, estrés, postergaciones, posposiciones o procrastinaciones constantes, indecisiones constantes, toma de decisiones correctas, abandono, desorden personal, hogareño o generalizado, optimización del uso del tiempo, problemas de agenda, pareja, relaciones interfamiliares, pasados pesados, mandatos familiares, sociales, culturales o religiosos, optimización del presupuesto familiar, puesta en marcha de proyectos y otros distintos tipos de problemas específicos de la vida que todavía no se tengan resueltos, podrás "darte cuenta" como actúa la sociedad de los excesos en tú mente, podrás "darte cuenta" cuales son las ideas erróneas que ahora no te das cuenta que las tienes y podrás dar un giro de 180º, en la manera de pensar frente a los excesos y las faltas que te traerán el cuerpo, la paz, la calma, el alivio y el orden que siempre estuviste buscando

Esto es a lo que yo llamo "El alivio de lo suficiente".


Richard Frenkel

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