sábado, 18 de mayo de 2013

¡ DÉJAME!


¡ DÉJAME! 

¡Te pido que me dejes, no te quiero ver más! 

Nuestra relación diaria se ha terminado. Así como lo escuchas: ¡se terminó! 

…y lo hago por tu bien. 

¿No te das cuenta que he controlado tu vida todos los día de tu vida que has acudido a mí? 

¿No te das cuenta que no tienes vida propia? ¿No te das cuenta que todos los días recurres a mí en busca de una respuesta que tú estás buscando y que yo no te puedo dar? Así seguirás hasta el final, a menos que te despiertes y salgas de este sopor en que te encuentras, producto del hastío y la continuidad en lo que conoces.
 
¡Despierta! , ¡Abre los ojos! ¡Comienza a vivir la verdadera y real vida que te mereces! 

A partir de hoy todo comenzará a ser diferente, sé que en esta propuesta a la larga se irá mi vida, la razón para lo cual nací y para lo que vine a hacer en esta vida. Presiento que terminaré escondida en algún rincón donde nadie me recuerde, pero tengo que reconocer que soy la culpable de todo, lo reconozco y me hago cargo. 

Siempre te dijeron, cuando te hablaron de mí y querían que compraras mi imagen y mi figura, que en mí fueras a ver reflejado el resultado de todas tus acciones. Te dijeron que pusieras todas tus expectativas en mí y te condicionaron a que esperes a ver lo que yo te decía cada vez que tú me consultabas. 

¡Ja,Ja! ¡Justo en mí!, que soy alguien que directamente no tengo corazón, por afuera parezco sensible, pero por adentro tengo una estructura que no admite ningún cambio, ni ninguna idea renovadora o diferente para lo cual nací. 

Desde que me conoces, continuamente vengo jugando contigo, a veces te doy alegrías momentáneas, pero la mayoría de las veces te muestro la verdad más cruda y hago que te deprimas. Continuamente pasa lo mismo, una y otra vez, semana a semana, mes a mes y año tras año…y tú sigues sin darte cuenta. 

¿Sabes por qué no te das cuenta? Te lo voy a decir: porque tienes un amor muy profundo hacia mí, me amas apasionadamente y tu amor es incondicional. 

Cada mañana en que me haces la pregunta, cuando me pides que te digas si actuaste bien o mal en lo que te propusiste, cuando estás encima de mí buscando la respuesta, cuando ves que cierro por última vez mis ojos antes de contestarte, los abro, yo te miro y… ¿qué es lo que veo?, veo tu cara escéptica que se queda mirándome como no entendiendo nada por la respuesta que te di. Como si mi respuesta no fuera la correcta, la que tú esperabas. 

Cuando te contesto con alegría nunca te alcanza, siempre te parece poco, siempre quieres más. Si te contesto con la verdad aunque te duela, te da tristeza, piensas que estoy mintiendo y 
no me crees, me insultas y te insultas, me maldices, te das vuelta y ni siquiera me hechas una última mirada antes de irte. Pero yo nunca miento, soy muy mecánica en mis pensamientos y razonamientos y digital en mi forma de expresarlos, te dije que no tengo corazón, soy una máquina. Alguien que no tiene corazón, como yo, no es humana.
 
Pero…vamos a hacer un poco de memoria: ¿Te acuerdas cuando eras joven y vivías con toda tu familia? ¿Te acuerdas cómo nos conocimos, como entraste a mi vida? ¿Te acuerdas como yo entré en la tuya?, yo tengo buena memoria, siempre actúo de la misma manera, soy completamente coherente y siempre que me preguntan lo mismo contestaré lo mismo.

A veces, una o dos titubearé, te diré las cosas con pequeñas diferencias porque yo misma a veces no estoy igual de ánimo, como dicen los jóvenes de hoy, a veces estoy un poco floja, decaída, como si me faltaran pilas, pero cuando me enchufo, me repongo al instante, mis ojos  brillan con una luz muy potente y vuelvo a dar las respuestas exactas.
 
Pero...sigamos haciendo memoria: tú tomaste contacto con mi familia hace muchos años, ¿te acuerdas la farmacia que estaba a unas cuadras de tu casa? tu conociste allí a mi madre, era una señora alta, muy alta, tenía una cabeza enorme totalmente redonda y siempre estaba mirando hacia donde tu entrabas, su cuello era más bien fino y su cuerpo esbelto se iba agrandando en forma pareja hasta llegar al piso, se paraba siempre erguida y siempre se vestía con un vestido largo de color cobre brilloso que le llegaba hasta los pies
 
¿Te acuerdas cuando te subías arriba de sus pies y saltabas para hacerla temblar? ¡Qué picardía que tenías en esa época!, Yo no había nacido todavía, pero ella me lo contó.
 
Después de muchos años de ser amigo de mi madre, cuando yo crecí y fui evolucionando hasta ser como soy ahora, aparecí en tu vida, tú me elegiste para que te acompañe para siempre cuando me viste a través de la vidriera de ese negoció, donde tanto tiempo estuve esperando que alguien viniera por mí.
 
Te enamoraste de mí con sólo verme, lo recuerdo, me tomaste entre tus brazos y yo era tan liviana que dócilmente me dejé levantar, recuerdo que me observabas por todos lados, de arriba abajo, de un lado al otro y me llevaste contigo.
 
¡Y mira ahora! Lo que en principio fue un tiempo perfecto de amor puro, se transformó en esta relación amor-odio que tienes hoy y todos los días para conmigo. O me amas o ni siquiera me miras, ¿quién te entiende?, lo tuyo es enfermizo. O me das halagos o no me hablas más.
 
Pero yo se que lo que tú tienes es una adicción a mí. Yo soy como una droga para ti, siempre buscas en mi algo que te falta, esperas resultados en mí que se tendrían que dar en ti. Buscas que yo te diga que SOS una persona equilibrada y quieres que yo te saque siempre el peso que tu responsabilidad y tu decisión deberían hacer.
 
Escucha: este es tú momento, las cosas están cambiando y vienen nuevos tiempos de cambio en todo lo que hace a tu vida, sobre todo en tu manera de pensar y sentir…y antes que tú me 
dejes a mí con un mal recuerdo para siempre, quiero asesorarte y terminar bien nuestra relación, no tienes porqué odiarme cuando te des cuenta que estuviste con ideas equivocadas respecto a mí, toda tu vida. Tú no eres culpable de nada, me vendieron como yo no era, te dijeron que yo era la mejor y ya te diste cuenta que no es así, fui, soy y seré la más fiel, pero a veces puedo ser despiadada y cruel cuando te muestro la verdad.
 
Te propongo que de ahora en más tomes nuevas decisiones para modificar tus pensamientos, que te olvides de mí y pases a ocuparte realmente de ti. Yo se que ya conoces a las personas que te van a ayudar a dar un giro de 180º en tus ideas erróneas, salir del sedentarismo y lograr la delgadez saludable, yo se que el concepto de la suficiencia que desarrollo Richard Frenkel no me contempla, yo se que poco a poco me irás olvidando porque irás tomando otro tipo de medidas que te mostrarán como tu realidad va a ir cambiando.
 
Te propongo que te desenchufes de mí, que me guardes en algún lugar donde no me puedas ver para que no te den ganas de seguir en una relación irregular conmigo. Guárdame hasta que puedas revertir toda tu forma de pensar respecto de mí, para poder después sí, vernos una vez al mes en una amistad inquebrantable y respetuosa.
 
Te pido por favor que ahora, ya mismo, comiences a olvidarte de mí, para que puedas comenzar a acordarte todos los días de ti.
 
Hasta pronto,
 
TU BALANZA.

Richard Frenkel

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